La Ciberseguridad Ética: Responsabilidad de Todos
17.junio.2024

La IA ética y responsable no solo protege a las organizaciones de ciberataques, sino que también garantiza que las decisiones automatizadas respeten los derechos y libertades de las personas. Para los profesionales que ingresan al mundo empresarial, entender la importancia de estas prácticas es esencial para construir un futuro digital seguro y justo.
Estadísticas que subrayan la necesidad de la ciberseguridad ética:
- Las cifras hablan por sí solas. Según Cybersecurity Ventures, los costos del cibercrimen mundial se estiman en $10.5 billones anuales para 2025.
- En 2023, el 81% de las organizaciones enfrentaron ataques de ransomware y el 48% de ellas pagaron el rescate (SpyCloud 2023 Ransomware Defense Report). Estos datos resaltan la urgencia de implementar medidas de ciberseguridad robustas y éticas.
Sin una responsabilidad compartida, nuestros datos seguirán en riesgo.
A menudo se cree que la seguridad cibernética es responsabilidad exclusiva del Chief Information Security Officer (CISO) o del Oficial de Protección de Datos (DPO). Sin embargo, la realidad es que todos, tanto colectiva como individualmente, somos responsables. La IA responsable debe ser robusta técnica y socialmente, ya que incluso los sistemas bien intencionados pueden causar daños accidentales. Las organizaciones deben asegurar una intervención humana mínima en las decisiones automatizadas para garantizar elecciones éticas y no discriminatorias.
La creación de políticas y metodologías de trabajo específicas es esencial para analizar y prevenir los riesgos y consecuencias perjudiciales potenciales de la IA. Una IA responsable debe ser robusta tanto desde el punto de vista técnico como social. Aunque estos sistemas estén diseñados con las mejores intenciones, pueden causar daños accidentales si no se gestionan adecuadamente.
“El profesional de la seguridad tiene que ser alguien con ética. La seguridad se trata de proteger a las personas, no de hacerles daño”. Bruce Schneier
Proteger los datos y sistemas de manera ética es esencial para construir un futuro digital que beneficie a todos. Como profesionales, debemos asumir esta responsabilidad con seriedad, contribuyendo a un entorno empresarial más seguro y ético.
Las organizaciones deben asegurar una intervención humana mínima en las decisiones automatizadas de los sistemas de IA, garantizando así elecciones éticas, no discriminatorias y respetuosas de los derechos y libertades de las personas cuya información se procesa. Solo con una IA ética y regulada podremos garantizar un futuro digital que beneficie a todos y respete nuestros derechos fundamentales.